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BEIJING: Un Master En Viajes

Ciudad Prohibida

Beijing fue nuestra puerta de entrada al Lejano Oriente y nuestra aventura china de cómo hacer un master en viajes. Fue como subir de nivel en nuestro escalafón viajero. Ya lo decía el Doc Brown, “si te lo propones, puedes lograr lo que sea”. Por eso, desde el primer momento nos dejamos llevar.

Aquí encontramos comida exquisita, edificios fascinantes, hábitos muy distintos y muchos pero muchos contrastes. Y no sólo se resumen en que Apple y McDonald’s tengan sedes en el régimen Popular Chino. Es sentir que estás lejos, pero a la vez cerca.

La odisea de estar a miles de kilómetros de casa, con la única certeza de volver llenos de experiencias inolvidables.

El invaluable pasado chino

Para nosotros, Beijing es la capital cultural de China. Visitar esta ciudad es como subirse al DeLorean y hacer un viaje en el tiempo a épocas ancestrales. Porque acá todavía hay lugares que conservan su cultura milenaria. Los techos de casas, santuarios y templos, por ejemplo, se construyen curvos y puntiagudos para ahuyentar los malos espíritus.

Beijing

La Gran Muralla China, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno


Descubrimos esta cultura, no sólo paseando por los pasajes de la fascinante Ciudad Prohibida o embelesándonos con las vistas de la increíble Gran Muralla China, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Tampoco asombrándonos con el imponente Templo del Cielo y deslumbrándonos al conocer el bellísimo Palacio de Verano. Caminando por las callecitas estrechas o hutong, pudimos respirar la historia viva de este país.

Fue en estos barriecitos que aprendimos a amar esa especie de caos tan único, donde la particularidad es que la mayoría tienen un cuarto de baño comunitario. Los hay más tradicionales y más modernos. Todos tienen su personalidad y atractivo particular.

Hutong de Qianmen

Uno de los “hutong” de Qianmen.


Somos distintos e iguales

(Click aquí para leer nuestro Diario de Viaje)

Por ser nuestro primer destino dentro de este inmenso país, el contraste fue fuerte, pero inspirador. El sinfín de diferencias hizo que para nosotros fuera todo un desafío la adaptación. La lejanía, las costumbres, el idioma, la idiosincrasia, la comunicación, todo en 5 días. Acá terminamos de entender lo grande que es el mundo.

También cabe destacar que, hasta en términos de expresión corporal fue difícil acomodarnos. Desde cómo contar con la mano, pasando por algunos sonidos guturales. Es que varias cosas que en occidente serían mal vistas, acá no. Son esas pequeñas grandes diferencias que enriquecen la diversidad. Pero, de las cosas más distintas que encontramos respecto de la cultura occidental, la que más amamos fue la comida. Si bien pensamos que iba ser un desafío comer en China, resultó ser mucho más fácil y exquisito de lo que imaginábamos.

Dim Sum

Baozi (en chino: 包子) o los famosos “Dim Sum”.


Desde el arroz frito (chino tradicional: 揚州炒飯, yángzhōu chǎofàn), los jiaozi (chino tradicional: 餃子, o mejor conocidos como “Dumplings”), hasta los fideos con verduras (chino tradicional: 炒麪, chǎo miàn). También está el mejor de todos: el cerdo agridulce (chino tradicional: 荔枝肉, lìzhī ròu). Pero el plato por excelencia es el pato laqueado a la pekinesa (chino tradicional: 北京烤鴨, Běijīng kǎo yā).

Beijing es conocida por tener calles enteras como mercadillos, donde se encuentran desde arañas, escorpiones, hasta serpientes. Todas preparadas en pincho para comer. También venden frutas caramelizadas y postres de todo tipo.

Beijing

Unos de los mercados nocturnos al aire libre de Beijing.


Conclusión de Beijing

En un viaje por Beijing, te van a pasar varias cosas: comerás muy bien, aprenderás de una de las culturas milenarias más influyentes de la humanidad, admirarás la convivencia aún en el desorden y sentirás que nada sabes del mundo. Igual así y todo, creemos que esta ciudad no es para cualquiera.

Si eres de esas personas que se animan a dejarse llevar y mezclarse en el ambiente, o te consideras de mente abierta a la diversidad y aceptas las hermosas diferencias del mundo, de seguro este destino viajero es para ti. Lo más valioso es que, si tienes algo de experiencia, luego de conocer este maravilloso lugar, entenderás que has subido posiciones en tu propio ranking viajero, y que cualquier viaje es posible.

Quizás un sólo post no sea suficiente para contar lo vasto y fascinante de la cultura china. Lo que sí, Beijing dejó una huella imborrable: siempre será el primer lugar de Asia que conocimos. Definitivamente, llegamos con la misma sorpresa con la que nos fuimos.

Así que, ya graduados con honores de nuestro master de viajes, tomamos nuestra máquina del tiempo y, dejando esta especie de período pasado fascinante, nos dirigimos al futuro, también en este país, en la increíble ciudad de Shanghai.

Beijing

Nuestro último día en el Palacio de Verano de Beijing


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2 Comentarios

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    Yamila - El mundo a Nuestros Pies
    14/03/2018 at 15:14

    ¡Qué hermoso relato, chicos! realmente me hicieron entrar con ustedes en China y en todas las sensaciones del viaje… aún no conocemos la cultura asiática así que leer sus impresiones, con tanta sinceridad, nos da una idea super concreta de lo que puede ser una experiencia de viaje bisagra. Y me quedo con las ganas de seguir leyendo detalles como sus estrategias para leer carteles públicos! jej Un gran abrazo!

    • Contestar
      Vani & Mati
      14/03/2018 at 15:56

      Muchas gracias Yami!! Nuestra experiencia en China fue realmente fascinante; nos cambió la vida!
      Porque quizás quien viaja más (y ustedes sabrán de esto), ve lo enorme y vasto que es el mundo. Y en Beijing, empezamos a entender esto!
      Además, fue sentir las inmanejables y diarias ganas de seguir viajando y descubriendo nuevas culturas.
      Y sí, leer en chino es realmente difícil jajajaa!! Obvio que no sabemos, pero lo contamos en nuestros próximos posts!! 😉🇨🇳

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